miércoles, 19 de noviembre de 2008

Como aprendí a leer: Lee y sé mejor

Es un texto escrito en el Blog de 1:N,por Nicolas Alvardo, y del cual quiero hacer que ustedes lean para leer y que no todos nos toco la fortuna de tener una familia así, pero que esta en nuestras manos leer y ser mejores:

Gracias Nicolas Alvarado.

Noviembre 14, 2008
CÓMO APRENDÍ A LEER
Crecí en un hogar lleno de libros: los había espléndidos, como el Quijote y La divina comedia en gruesos tomos ilustrados por Doré, y atroces, como una colección de novelas de Stephen King cuya presencia en la biblioteca familiar sólo puede explicarse por una cierta perversión del gusto literario de mi madre. Había libros de psicología (Freud y Fromm, Skinner y Pavlov: mi madre es neuropsicóloga) y libros de música (La Ópera, de Kurt Pahlen, cuyas sinopsis de Carmen y La Traviata fueron algunos de los primeros relatos que leí). Estaban la Vida de los santos de Butler (cosa rara en un hogar agnóstico) y Los miserables, Los relámpagos de agosto, Rebecca, Demian y la Crítica de la razón pura. Además, se me regalaban cuentos infantiles (en claro síntoma de la esquizofrenia ideológica de mis padres, lo mismo historietas basadas en personajes de Walt Disney que libros editados por el Partido Comunista chino) y se me permitía un acceso irrestricto a revistas que iban de Vuelta a Ciencia y desarrollo a Cosmopolitan, a la que por cierto debo que mi educación sexual temprana haya sido más bien esquemática (lo que a la fecha me reclama mi mujer).Leo porque vi a mi familia leer, porque se me predicó con el ejemplo que los libros y las revistas encerraban cosas deseables, divertidas, interesantes, inteligentes. Sin embargo, mi caso no es típico: fui un privilegiado; en mi casa había gente que a) se interesaba naturalmente por leer, b) tenía los recursos necesarios para comprar libros y c) en tanto habitantes de la Ciudad de México, disponía de librerías al alcance. Soy, pues, lo que el psicoanalista Bruno Bettelheim -en un libro espléndido, escrito en coautoría con Karen Zelan y titulado precisamente Aprender a leer (Crítica)- podría definir como una persona que gozó de las condiciones idóneas para formarse como lector cuando afirma que “que el niño aprenda a leer… dependerá… en grado considerable de su historial familiar… de que se le haya convencido de que la lectura es algo deseable”.

Yo no soy padre pero, si ustedes lo son, los exhorto a acercar a sus hijos a la lectura a partir de la seducción y del ejemplo. Y, si les interesa el tema -espero que sí- a acercarse al seminario internacional de fomento a la lectura La experiencia lectora, que habrá de celebrarse del lunes 17 al jueves 20 de noviembre en el Teatro de las Artes del CNA de la ciudad de México, en el marco de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil. Ahí, lectores entusiastas de todos los rincones del mundo contaremos, justamente, cómo aprendimos a leer. La programación está disponible en http://www.filij.conaculta.gob.mx/

LOS LIBROS DE LA SEMANA

Alejandro Zambra, Bonsái (Anagrama) http://www.anagrama-ed.es/

Alejandro Zambra, La vida privada de los árboles (Anagrama) http://www.anagrama-ed.es/

Creado en Nicolás Alvarado
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Leer nos abre las puertas del mundo, ahora tenemos acceso a la tecnología del internet y odemos conocer más al mundo.

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